Rusia y el comunismo

Rusia es un país que por mucho tiempo estuvo apartado tanto geográfica como políticamente de todo desarrollo  y civilización. En consecuencia se incorporó tarde a lo que en la mayor parte del continente europeo se conoce como al edad moderna. Hacia los siglos XVII y XVII eso cambió en gran medida, evidenciándose un significativo progreso en lo que a modernización se refiere como las causas del comunismo.

Se conoce bajo el nombre de comunismo soviético las distintas variantes basadas en el Marxismo y Comunismo, desarrolladas teóricamente y puestas en práctica en la Unión Soviética hacia el año 1917. Se refiere a propuestas políticas, económicas y sociales del movimiento obrero que evolucionó desde la primera mitad del siglo XIX hasta el Marxismo.

Comienzos del comunismo

Al revisar en la historia antecedentes de cómo comenzó el comunismo en Rusia, nos encontramos con que después de la Revolución de Febrero en el año 1917, fue derrocada la monarquía en Rusia y se suscitó una importante lucha entre varios partidos políticos por asumir el poder. Quienes prevalecieron fueron los bolcheviques, los socialistas más críticos y radicales del momento, prometiéndole al pueblo que su sufrimiento post guerra terminaría dando paso a la felicidad.

Les fue prometida la paz a los pueblos, la tierra a los campesinos, las fábricas a los obreros y la muerte  a los burgueses. Se vendieron como la única fuerza política capaz de entender y aprovechar el odio social y deseo de las masas por justicia y equidad.

Principales características

Hacia el final del siglo XIX Rusia no era muy distinta de los demás países europeos; las clases altas se guiaban por el capitalismo, por el sistema legal occidental. Hacia el comienzo del siglo XX reunía la mayoría de los campesinos y se vivía bajo normas y preceptos absolutamente distintos. Se trataba de una sociedad muy patriarcal, conservadora de antiguas costumbres y con un estilo de vida casi medieval.

Su principal institución era la comunidad y los campesinos explotaban las tierras. La propiedad privada no estaba muy desarrollada y fue precisamente esta Rusia la que brindó su apoyo irrestricto a los bolcheviques cuando propusieron apoderarse de todo para “repartirlo”.

Dicho esto y conociendo determinados detalles de la historia podría decirse entonces que fue precisamente en la Rusia campesina y gracias a los bolcheviques y sus ofrecimientos o promesas (no la lealtad a las ideas marxistas) la que le dio paso al comunismo soviético.