La química está en todo. Incluso en nosotros mismos, pues somos la suma de distintas sustancias. Es que nuestro organismo contiene incluso elementos que en ciertas proporciones pueden resultar nocivos, elementos como el cianuro o el ácido clorhídrico.

Sobre este último hablaremos en este artículo pues ahondaremos sobre las distintas aplicaciones y los usos del ácido clorhídrico.

¿Qué es el ácido clorhídrico?

El ácido clorhídrico también conocido como ácido muriático o salfumán es una solución liquida del gas de cloruro de hidrógeno (HCl).

Por ser altamente corrosivo es una solución que ha sido utiliza por siglos en distintos ramos.  En la actualidad juega un papel preponderante en distintas industrias.

El ácido clorhídrico en los alimentos

Sí, podría resultar cuando menos curioso.

Y si te estás haciendo la pregunta: ¿se utiliza un ácido corrosivo, letal, capaz de destruir el tejido intestinal en la elaboración de alimentos?

Permítenos decirte que la respuesta es: sí.

El ácido clorhídrico se utiliza ampliamente en la industria de los alimentos.

Es que gracias a este ácido se disuelven los huesos y cartílagos que son la base en la elaboración de gelatinas.

Además con ácido muriático se acidifican: la soya destinada a la producción de salsas y la pulpa de fruta para la elaboración de jugos y otros productos envasados.

Pero en donde es más utilizado el ácido clorhídrico es en la elaboración de gaseosas y refrescos.

El ácido clorhídrico en la digestión

Como decíamos al principio, nuestro organismo está compuesto por sustancias químicas. Algunas de ellas incluso con propiedades nocivas, como es el caso del ácido clorhídrico que resulta indispensable en procesos como la digestión.

Es que en nuestro estomago el principal responsable de digerir la proteína animal (carne) es el HCl. Que Además juega un papel importante en la eliminación de bacterias y microorganismos que pueden resultar perjudiciales para nuestra salud.

Muchos problemas estomacales como la dificultad para efectuar correctamente la digestión tienen su origen en el desbalance del Ph y los ácidos gástricos, donde el ácido clorhídrico es fundamental.

Por eso hay que tomar con moderación aquellos medicamentos y productos que reducen la acidez estomacal y aquellos que coadyuvan a acelerar el proceso digestivo. Pues esos productos funcionan alterando los niveles naturales de Ph estomacal. Esto a la larga puede tener consecuencias irreversibles que imposibilitarían  la digestión y dejarían a nuestro organismo a merced de bacterias y demás microorganismos perjudiciales.

En todo caso siempre es importante consultar con el medico especialista y evitar la automedicación.